IMPORTANCIA DE LOS ANIMALES PARA LA DEPRESIÓN

¿Sabías que los animales pueden ayudarte a combatir la depresión? Así lo demuestran varios estudios científicos que han encontrado evidencias de que los animales de apoyo emocional benefician a las personas con enfermedades mentales crónicas¹.

La depresión es uno de los trastornos emocionales más comunes y presenta cada vez mayores tasas de incidencia a nivel mundial. Se caracteriza por un bajo estado de ánimo, pérdida de interés, apatía, anorexia y falta de autoestima, entre otros síntomas. La depresión puede afectar a la calidad de vida de las personas y dificultar su funcionamiento social, laboral y familiar.

Los animales, en especial los mamíferos, tienen un sistema básico cerebral para las emociones similar al de los humanos. Por eso, pueden sentir y expresar afecto, alegría, tristeza y estrés. Los animales también pueden sufrir depresión, sobre todo cuando están en cautiverio o sufren maltrato o abandono².

La terapia con animales para la depresión consiste en utilizar a los animales como mediadores o facilitadores en el proceso terapéutico. Los animales pueden proporcionar compañía, apoyo, distracción y motivación a las personas con depresión. Además, pueden favorecer la liberación de endorfinas y oxitocina, hormonas relacionadas con el bienestar y el vínculo afectivo³.

Los beneficios de la terapia con animales para la depresión son múltiples. Algunos de ellos son:

- Mejora el estado de ánimo y reduce la ansiedad.

- Aumenta la autoestima y la confianza en uno mismo.

- Fomenta la comunicación y las habilidades sociales.

- Estimula la actividad física y mental.

- Reduce el aislamiento y la soledad.

- Facilita el cumplimiento del tratamiento farmacológico y psicológico.

Los animales más utilizados en la terapia con animales para la depresión son los perros, los gatos, los caballos y los delfines. Cada uno de ellos tiene sus propias características y ventajas. Por ejemplo, los perros son leales, obedientes y juguetones; los gatos son independientes, curiosos y cariñosos; los caballos son nobles, fuertes y sensibles; y los delfines son inteligentes, sociables y divertidos⁴.

La terapia con animales para la depresión no es una solución mágica ni sustituye a otras intervenciones profesionales. Se trata de un complemento que puede potenciar los efectos positivos de otras terapias. Para que sea efectiva, debe estar diseñada e implementada por un equipo multidisciplinar que incluya a psicólogos, veterinarios, etólogos y cuidadores de animales⁵.

Si sufres depresión o conoces a alguien que la padezca, no dudes en consultar con tu médico o psicólogo sobre la posibilidad de incorporar a un animal en tu tratamiento. Los animales pueden ser unos grandes aliados para superar esta enfermedad y mejorar tu calidad de vida.